¿Sabías que la muerte de una mascota puede ser tan dura como la de un familiar?

24 Feb, 2022

Categorías: Duelo,Mascotas

¿Qué significa el término familia para muchas personas? Y, sobre todo, ¿Quién es familia para ellas? Sí, son sus bebés, sus hijos pequeños y ya grandes, sus hermanos, sus esposos y sus primos. Pero, indudablemente, la familia también son unos cuantos peludos que emiten ruidos y llamamos mascotas.

Las generaciones han cambiado y con ellas llegaron nuevos patrones de sentir y percibir el mundo. Ho,y paradójicamente, nos conectamos mejor con quienes no razonan, pero sí sienten y quienes con un solo lametazo ya nos dicen que nos quieren… sin ni siquiera tener que hablar. ¿Qué podría indicar esto? Que fácilmente las mascotas hoy pueden reemplazar a una persona humana o, por lo menos, se podría comparar con una fácilmente.

Está bien que las personas hablen, puedan emitir juicios, encaminar nuestras decisiones y permanecer ahí para hacernos comprender que hay alguien igual a nosotros en cualquier momento de la vida. Pero negar que muchas veces esto no es lo que necesitamos, sino alguien que simplemente permanezca sin esperar nada a cambio con mirada sincera y actitud dispuesta, sería mentir.

Por las razones anteriores, podría decirse que la muerte de estos seres especiales duele tanto o, incluso más, como la de un ser humano. Nos acostumbramos de igual manera a su olor, sus costumbres, sus hábitos, sus preferencias, sus actitudes y detallamos cuando algo les pasa; tal cual como con un hermano o un padre.

La razón del porqué duele como si hubiera muerto un ser querido, es porque humanizamos a nuestras mascotas y le otorgamos características superiores. Decimos superiores porque así son, endiosamos sus gestos y caricias porque en realidad sentimos una conexión profunda basada en cariño real.

No vamos muy lejos con el hecho de humanizar; solo basta con mirar tantas marcas alrededor del mundo pensando en mascotas: los negocios ya tienen temática pet friendly, las veterinarias incluyen mensajes emocionales y de cuidado, otras deciden sacar prendas de vestuario como cuando vestimos a nuestros bebés, existen escuelas y centros psicológicos caninos y gatunos.

Y, por si fuera poco, las funerarias han tomado consciencia de la importancia de estos animales y han sacado planes exclusivamente para ellos y así proteger su integridad. Con estos cuidados y comportamientos, es apenas normal que la muerte de estos seres peludos duela tanto como la de un ser humano.

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